COMUNICADO DE APPLE
6 de noviembre de 2017
Los hechos sobre los pagos de impuestos de Apple
Apple cree que todas las empresas tienen la responsabilidad de pagar sus impuestos, y como el mayor contribuyente mundial, Apple paga cada dólar que debe en cada país del mundo. Estamos orgullosos de las contribuciones económicas que hacemos a las comunidades en las que trabajamos.
En este documento presentamos una serie de hechos en respuesta a los informes del International Consortium of Investigative Journalists. Ya que en dichos informes aparecen imprecisiones.
- Los cambios realizados por Apple en su estructura corporativa en 2015 se diseñaron especialmente para mantener sus pagos de impuestos a Estados Unidos, no para reducir sus impuestos en otro lugar. Ninguna operación o inversión se movió de Irlanda.
- Lejos de permanecer “intocables por Estados Unidos”, Apple paga a EE. UU. miles de millones de dólares en impuestos al tipo impositivo legal del 35 por ciento sobre los ingresos por las inversiones de su efectivo en el extranjero.
- El tipo impositivo efectivo de Apple sobre sus ingresos en el extranjero es del 21 por ciento, dato que se calcula fácilmente a partir de los informes públicos de la compañía. Este tipo lleva manteniéndose de forma consistente durante muchos años.
El mes pasado, en respuesta a preguntas del ICIJ, el New York Times y otros medios, Apple hizo la siguiente declaración:
“El debate sobre los impuestos de Apple no es sobre cuánto pagamos, sino sobre dónde deberíamos pagarlo. Como mayor contribuyente mundial, hemos pagado más de 35.000 millones de dólares en impuesto de sociedades en los últimos tres años, así como miles de millones de dólares adicionales en impuestos sobre el patrimonio, contribuciones en las nóminas, impuestos sobre ventas e IVA. Creemos que todas las empresas tienen la responsabilidad de pagar sus impuestos, y estamos orgullosos de las contribuciones económicas que hacemos a las comunidades donde trabajamos.
Con el sistema fiscal internacional actual, los impuestos sobre los beneficios se liquidan en el lugar donde se genera el valor. Los impuestos que paga Apple en los países de todo el mundo se basan en este principio. La gran mayoría del valor de nuestros productos se genera sin lugar a dudas en Estados Unidos, donde realizamos las tareas de diseño, desarrollo, ingeniería y muchas más, por lo que la mayoría de nuestros impuestos se deben pagar en Estados Unidos.
Cuando Irlanda cambió su legislación fiscal en 2015, la acatamos cambiando la residencia de nuestras filiales irlandesas e informamos a Irlanda, a la Comisión Europea y a Estados Unidos. Estos cambios no se hicieron para reducir nuestros pagos de impuestos en ningún país. De hecho, nuestros pagos a Irlanda han aumentado de forma significativa, y en los últimos tres años hemos pagado aquí 1.500 millones de dólares en impuestos, el 7 por ciento de todo lo que ha recaudado el país en el impuesto de sociedades. Nuestros cambios también garantizaron que nuestras obligaciones fiscales en Estados Unidos no se vieran reducidas.
Sabemos que algunas personas querrían cambiar el sistema fiscal para que los impuestos de las multinacionales se repartieran de manera diferente en los países en los que operan, y sabemos que personas igualmente razonables pueden tener puntos de vista distintos sobre cómo debería aplicarse esto en el futuro. En Apple cumplimos la ley, y si el sistema cambia lo acataremos. Apoyamos firmemente los esfuerzos de la comunidad mundial por una reforma completa de la fiscalidad internacional y por un sistema mucho más sencillo, y seguiremos defendiendo estos objetivos.”
Más información sobre los pagos de impuestos de Apple
A lo largo de la historia, Apple ha diseñado productos y abierto sectores completamente nuevos centrándose en la innovación. Ese duro trabajo y esa dedicación han llevado a la creación de productos y servicios revolucionarios que han mejorado de forma muy importante la vida de la gente y han generado millones de empleos en todo el mundo.
La fiscalidad de las compañías multinacionales es compleja, pero hay un principio fundamental reconocido en todo el mundo: los beneficios de una empresa están sujetos a impuestos según el lugar donde se crea el valor. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Irlanda, Estados Unidos y otras instancias coinciden en este principio.
1. Apple es el mayor contribuyente mundial, y ha pagado más de 35.000 millones de dólares por impuesto de sociedades en los últimos tres años. Apple paga impuestos en todos los países en los que vende sus productos.
Cuando un cliente compra un producto Apple fuera de Estados Unidos, los beneficios se someten a impuestos una primera vez en el país en el que tiene lugar la venta. A continuación Apple paga impuestos en Irlanda, donde parte de los 6.000 empleados que trabajan allí realizan las actividades de venta y distribución de Apple. También se adeudan impuestos adicionales en Estados Unidos cuando las ganancias se repatrían.
El tipo impositivo efectivo de Apple a nivel mundial es del 24,6 por ciento, mayor que la media de las multinacionales estadounidenses.
2. La gran mayoría del valor de los productos Apple se genera en Estados Unidos, donde se realizan las tareas de diseño, desarrollo, ingeniería y otras más. Por eso, según el sistema fiscal internacional actual, la mayoría de los impuestos de Apple se deben pagar en Estados Unidos.
En un documento de referencia del año pasado, el Tesoro de Estados Unidos expresó su preocupación por los intentos de los reguladores europeos de someter a impuestos un dinero que pertenece a Estados Unidos. “En la medida en la que estos impuestos extranjeros se imponen sobre ingresos que no deberían ser atribuibles al Estado Miembro en cuestión, ese resultado es muy preocupante, ya que constituiría en la práctica una transferencia de ingresos a la Unión Europea por parte del Gobierno de Estados Unidos y sus contribuyentes.”
3. Apple tiene efectivo en el extranjero porque es donde vende la mayoría de sus productos. De acuerdo con el sistema fiscal actual, los beneficios después de impuestos por ventas en el extranjero están sujetos a impuestos en Estados Unidos. Apple ha provisionado más de 36.000 millones de dólares para cubrir los impuestos diferidos en Estados Unidos. Esto se suma a los 35.000 millones de dólares que la empresa ha pagado en impuesto de sociedades en los últimos tres años.
4. Apple lleva operando en Irlanda desde 1980, cuando Steve Jobs buscó una base para expandirse fuera de Estados Unidos. Las instalaciones de Cork (Irlanda) empezaron con 60 empleados y ahora tienen más de 6.000. Las innovaciones y la inversión de Apple sostienen otros 12.000 puestos de trabajo en toda Irlanda. En el conjunto de Europa, Apple sostiene más de 1,5 millones de puestos de trabajo.
Cuando Irlanda cambió su legislación fiscal en 2015, Apple realizó cambios en su estructura corporativa para acatarla. Desde entonces, todas las operaciones de Apple en Irlanda se han realizado a través de empresas con sede en el país. Apple paga impuestos al tipo oficial de Irlanda del 12,5 por ciento.
Como parte de estos cambios, la filial de Apple que posee el efectivo en el extranjero cambió de sede a la dependencia británica de Jersey con el objetivo específico de garantizar que no se reducían las obligaciones fiscales y pagos a Estados Unidos. Desde entonces Apple ha pagado miles de millones de dólares en impuestos a Estados Unidos sobre los ingresos por las inversiones de esta filial. Apple no ha tenido ningún beneficio fiscal debido a este cambio y, significativamente, Apple no ha visto reducidos sus pagos u obligaciones fiscales en ningún país por este motivo.
5. Apple cree que es esencial una reforma fiscal internacional completa, y lleva años defendiendo una simplificación de la normativa fiscal. Una reforma que permita la libre circulación de capitales aceleraría el crecimiento económico y contribuiría a la creación de empleo. Un proyecto legislativo coordinado internacionalmente acabaría con la actual pugna entre países acerca de los impuestos y garantizaría la seguridad jurídica de los contribuyentes.
Imágenes de las instalaciones de Apple en Cork (Irlanda)